11 de febrero de 2011

ce n'est pas tati

Jacques Tati y su álter ego Monsieur Hulot en Mon Oncle (1958)
Mi tío es una de las películas más reconocibles del director francés Jacques Tati (1907-1982), debido principalmente al icónico personaje que encarna el tío de Gerald, cuya gabardina, pipa y sombrero preceden a la magia que despierta Monsieur Hulot. Podría decirse que, junto a Mary Poppins lograron meterse en el bolsillo a todo una generación de niños juguetones hartos de la grisácea educación de la época, en busca de ayos tan encantadores como ellos. La importancia de esta nueva visión educativa radica en mostrar que el mundo de los niños y el de los adultos no son del todo diferentes si pueden compartir la espontaneidad como ruptura de unos estrictos modelos sociales. Los adultos son los complejos, Hulot y su sobrino no.
La puesta en escena es la principal baza de la película, cuyos decorados -a destacar la vanguardista pero poco acogedora casa de los Arpel o la fabrica de plásticos de estilo retrofuturista- seguidos del  colorista vestuario de Jacques Cottin, en especial los abigarrados diseños que paseaba la vecina  de al lado, logrando una ambientación que soporta esta visión de los tiempos modernos, con una influencia clara del también actor Charles Chaplin y de sus  inconfundibles gags, a manos de las incipientes tecnologías que volvían locos a ambos cómicos (a destacar la secuencia de la cocina).
La vida de Hulot ya había saltado al cine cinco años atrás por el mismo director, su propio ego, en Las Vacaciones de M. Hulot y sería a partir de aquí cuando la figura extravagante y remilgada del francés formaría parte de películas como Playtime o Tráfico, ambas de Tati.
Recientemente se estrenaba L'Illusionniste dirigida por Sylvain Chomet, una película de animación a partir de la adaptación de un guión propio del desaparecido, donde el tío Hulot se  vuelve a dejar ver como mago entre payasos, acróbatas y coristas de un espectáculo de principios del siglo XX.


¡Pasen y vean!

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