David Cronenberg se deja la piel en El almuerzo desnudo (1991) |
Además de ser canadiense, el director de cine David Cronenberg (1943- ) tiene otra C más que sumar a la cúspide de su carrera; la de culto a "La Nueva Carne", una pasta especial con la que sobretodo a través de la ciencia ficción muchos de sus personajes se desvinculan de su envoltura para alterar su ser, bien a través de mutaciones genéticas, prótesis y otros procedimientos al hilo visceral del horror de serie B –o película C–.
Sus obsesiones van desde las enfermedades tumorales y sus perturbadas deformaciones al "mal viaje" y demás alucinaciones producto del consumo de drogas, las alteraciones genéticas o la propia muerte, pulsiones todas ellas que dan forma a una oculta y oscura parte del alma humana. Así El almuerzo desnudo es el aperitivo perfecto para abrir boca y mente mientras se intenta iniciar uno en el embriagante y fantástico mundo del escritor William S. Burroughs, artífice de la propia novela y bastante protagonista de la misma que con homónima adaptación cinematográfica, transporta al espectador hacia las entrañas de una maquinaria bizarra, donde William Lee –pseudónimo de Burroughs en su primera novela Yonki (o Junkie en inglés)– un exterminador adicto al insecticida, tendrá extrañas visiones que le harán ver confabulaciones y tramas espías en su contra, además de una incipiente y hasta entonces latente tendencia homosexual a través de la aparición de unos anos parlantes alojados en máquinas de escribir con cuerpo de insecto, y todo, mientras Peter Weller (el eterno Robocop) y actor encargado de dar vida a este drogodependiente, escribe las notas de esta misma novela, The Naked Lunch, en un agujero de gusano que conecta al mismo tiempo novelista y personaje (cada uno proyectado en el otro) en un ficticio ser psicótropo.
A propósito de una prolífica carrera, –y como ya sucediera en Inseparables, Cromosoma 3 o Scanners (ésta última quizás una de sus películas de género más conocidas), todas ellas y otras más recientes como su última cinta Un método peligroso recogidas en el ciclo sobre el director Una història d'evolució del Cinema Truffaut de Girona–, lo iracundo inunda gran parte de su filmografía, pero sin manchar demasiado al espectador; su cine está hecho de una minuciosa mucosidad que revuelve los conductos del ser humano desde dentro, y así desde la mente o las emociones lograr hablar del engranaje vital y más innoble del ser humano. Así que ¿por qué ser sólo intimista desde el interior y no entrañable desde las entrañas?
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