Françoise Dorléac y Catherine Deneuve son hermanas y Les demoiselles de Rochefort (1966)
Uno de los representantes y mayores exponentes de la Nouvelle Vague, el director francés Jacques Demy (1931-1990) pareja además de la también realizadora Agnès Varda,destacaría sin embargo, por sus singulares y trabajadas piezas musicales además de sus recreaciones de cuentos modernos, como en Las señoritas de Rochefort, que desde Europa tomaba y al mismo tiempo llamaba la atención de Hollywood, meca que reconocería su labor con la candidatura a Mejor musical y Mejor banda sonora adaptada, esta última por Michel Legrand. Se trata pues de un musical extraño y envolvente, un mundo colorista lleno de personajes divertidos, cotidianos y a la vez estrambóticos, que conducen a las inocentes, pizpiretas, simétricas, acompasadas, conjuntadas y complementadas mellizas Garnier, Delphine (Catherine Deneuve) y Solange (Françoise Dorléac) –dos hermanas en la vida real que juegan a ser gemelas– hacia el sueño de alcanzar el amor ideal y encontrar un camino para dar rienda suelta a su talento artísico en su anhelada París. El formato en Cinemascòpe, la ambientación, vestuario, uso del color y de la estética pop de los sesenta, decorados, coreografías así como la elección de la música, ayudan a crear una atmósfera en el territorio de lo real dejando a la imaginación la conciencia crítica de una propuesta de tonos pastel. Todo transcurre durante un fin de semana festivo (cuatro días) en la provinciana y portuaria localidad francesa de Rochefort, donde la tranquilidad del lugar se ve alterada por la llegada de unos alegres y excitados feriantes, entre ellos Etienne (George Chakiris protagonista de West Side Story) y Bill, que no dejan de marcarse estilizados números musicales en espacios llenos de bailarines y extras. La canción será de esta forma el romántico leit motiv y pretexto para el encuentro-desencuentro de los diferentes personajes: un famoso pianista de gira por Europa, Andy Miller (Gene Kelly protagonista de otro musical como Cantando bajo la lluvia) que homenajeará con su aparición y sus bailes frenéticos a clásicos hollywoodienses tan memorables como Un americano en París, o el romántico y confundido marinero, Maxence, que añorará reencontrarse con la bella rubia que pinta en sus más dulces sueños. La trama convergerá por tanto por el destino de sus protagonistas: ¿se encontrarán? ¿triunfará el amor? todos ellos soñadores; unos en busca del "amor ideal", real y abstracto a la vez, y otros, a la espera de ser encontrados.
Deneuve y Demy bailando (1965)
Con todo, en estos días se cumple el 45º aniversario de su rodaje estival, y para ello la pintoresca ciudad de Rochefort prepara sus mejores galas para conmemorar el acontecimiento que la inmortalizó como escenario de uno de los musicales más originales de la historia del cine. Del 2 de junio al 18 de septiembre los visitantes se convertirán en espectadores improvisados que podrán revivir el ambiente de las películas de Jacques Demy en una retrospectiva de su obra, además de acudir a una exposición con objetos de la época o localizar a través de una aplicación móvil los lugares de la ciudad que se elegirían para el musical, entre otras sorpresas más.
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