![]() |
Agnès Varda y Sandrine Bonnaire en el rodaje de Sans toi ni loi (1985) |

La música sólo suena cuando Mona camina sola, vista a través de travellings con desplazamiento de derecha a izquierda –lectura inversa como mirada hacia el pasado–. Así, la película se presenta como una sucesión de hechos consumados, sin explicaciones, sin saber las causas que empujan a la itinerante protagonista finalmente a encontrar la muerte en una zanja. ¿Qué es la existencia sino una sucesión de encuentros y desencuentros que se pueden determinar reconstruyendo aquello vivido? A veces, quienes nos tratamos de adaptados, no somos capaces de comprender el porqué de ciertos comportamientos ajenos, pues consideramos estar sujetos a lo que el Sistema dispone. En el caso de Mona, sus expectativas anteriores no le brindan salidas importantes, al menos eso es lo que ella concluye, ya que lo que busca a lo largo de su escapada es una realidad distorsionada repleta de pensamientos bucólicos que, al final acaban en una muerte absolutamente cruda, pero también romántica y por qué no, evocadora de "un pasar a mejor vida".

No hay comentarios:
Publicar un comentario