70 años después Orson Welles sigue mandando con su Ciudadano Kane (1941) |
La prensa escrita es protagonista y epicentro de la trama de la película de Orson Welles (1915-1985) Ciudadano Kane. El diario New York Inquirer, propiedad de Charles Foster Kane (personaje inspirado en el magnate de las comunicaciones americano William Randolph Hearst), funciona como un instrumento manipulador de masas a lo largo de una completa red de periódicos, radios y sindicatos distribuidos por EEUU: “Todo el mundo pensará lo que yo les ordene que piensen”. El periódico se revela por tanto, en comparación con el cine o la radio, como uno de los medios de comunicación más importantes de comienzos del siglo XX.
La película se estructura en un continuo flashback, –una de las primeras veces que se utilizaba este recurso en el cine– desmontando la vida del periodista a través de la imagen que sus conocidos tienen de él, mediante una palabra que aparece tanto al inicio como al final de la narración: "Rosebud". Con este fin, el espectador es testigo de la labor periodística y deductiva de Thompson por conocer el origen del término y cualquier información que arroje luz sobre el popular personaje, del que se desconocen detalles que podrían ser reveladores. Esta locución, verbalizada al principio junto al desplome de la bola de cristal de nieve y encadenada con las imágenes nevadas de su infancia, evocarán los recuerdos de niñez e inocencia perdidos, el hogar, el calor maternal, la sencillez, el pasado que nunca pudo disfrutar y que en sus últimos días se arrepiente de no haberlo hecho, en parte, por encontrar en lo material del dinero o el poder todo lo que no pudo conseguir, como la felicidad o el afecto. Así, Welles, dibuja con efectividad visual la degradación de valores y ascenso económico del protagonista mediante el contraste y el llamado “sueño americano”.
Para el ciudadano Kane no hay nada ni nadie sagrado, todo es susceptible de ser adquirido y posteriormente almacenado en su solitario castillo de Xanadú, igual de sórdido en su interior que su fracaso moral. Esos objetos inanimados simbolizan la ruina de una vida exitosa que ha terminado en una inevitable sensación de desolación. A medida que los allegados de Kane nos cuentan, tras su muerte, sus impresiones sobre el difunto, de una forma parcial e incompleta la formación de una opinión sobre el significado de Rosebud y el rompecabezas de Charles recae en el espectador como si se trataran de una misma pieza, mostrando al máximo representante del poder de la prensa con todas las contradicciones y problemas de su condición humana.